Arbol sobre las aguas

Arbol sobre las aguas

jueves, 24 de marzo de 2011

Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.





















Ciertamente volverán los redimidos de Yahvé; volverán cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán.

Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? 

Y ya te has olvidado de Yahvé tu Hacedor, que extendió los cielos y fundó la tierra; y todo el día temiste continuamente del furor del que aflige, cuando se disponía para destruir. ¿Pero en dónde está el furor del que aflige?

El preso agobiado será libertado pronto; no morirá en la mazmorra, ni le faltará su pan.

Porque yo Yahvé, que agito el mar y hago rugir sus ondas, soy tu Dios, cuyo nombre es Yahvé de los ejércitos. 

Estas dos cosas te han acontecido: asolamiento y quebrantamiento, hambre y espada. ¿Quién se dolerá de ti? ¿Quién te consolará?

Así dijo Yahvé tu Señor, y tu Dios, el cual aboga por su pueblo: He aquí he quitado de tu mano el cáliz de aturdimiento, los sedimentos del cáliz de mi ira; nunca más lo beberás.

Y lo pondré en mano de tus angustiadores, que dijeron a tu alma: Inclínate, y pasaremos por encima de ti. Y tú pusiste tu cuerpo como tierra, y como camino, para que pasaran.
                                                     (Cantares, 1; Isaías, 51)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ciertamente el Señor vencerá en nosotros frente a nuestros pensamientos engañosos.