Arbol sobre las aguas

Arbol sobre las aguas

miércoles, 16 de marzo de 2011

Ya toda me entregué y dí...


















Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.

                                                              (Teresa de Avila)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué belleza, Quovadis! El Amor Divino es nuestra meta, nuestro caminar y nuestro dia a dia, porque sin Él, nos secamos, nos disecamos y morimos sin remedio.
Nuestro Amado es Uno y nosotros somos Uno en Él.
Un abrazo.
;O)

Anónimo dijo...

Por cierto, la fotografía del encabezado es una maravilla. ¡Me encanta!

Anónimo dijo...

No tengo palabra para decirte nada sólo es un escrito que a mi personalmente me dice mucho mil gracias SER SÓLO PARA DIOS unidas en oración y un abrazo

Quovadis dijo...

Estoy de acuerdo Felicitas. El que busca el Amor acaba encontrandolo, como dice el Señor.
La foto es de La Pasion de Cristo, es una escena impresionante. Un abrazo.

Lourdes, en este poema de Santa Teresa está todo dicho. Que "el dulce Cazador", nos cace a todos los que le anhelamos, algunos aún sin saberlo. Un abrazo.