Ya toda me entregué y dí...
Ya toda me entregué y di,
y de tal suerte he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.
Cuando el dulce Cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída,
y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado,
que es mi Amado para mí,
y yo soy para mi Amado.
(Teresa de Avila)
4 comentarios:
¡Qué belleza, Quovadis! El Amor Divino es nuestra meta, nuestro caminar y nuestro dia a dia, porque sin Él, nos secamos, nos disecamos y morimos sin remedio.
Nuestro Amado es Uno y nosotros somos Uno en Él.
Un abrazo.
;O)
Por cierto, la fotografía del encabezado es una maravilla. ¡Me encanta!
No tengo palabra para decirte nada sólo es un escrito que a mi personalmente me dice mucho mil gracias SER SÓLO PARA DIOS unidas en oración y un abrazo
Estoy de acuerdo Felicitas. El que busca el Amor acaba encontrandolo, como dice el Señor.
La foto es de La Pasion de Cristo, es una escena impresionante. Un abrazo.
Lourdes, en este poema de Santa Teresa está todo dicho. Que "el dulce Cazador", nos cace a todos los que le anhelamos, algunos aún sin saberlo. Un abrazo.
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