Fíate de Dios de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Dios, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.
Honra a Dios con tus bienes,
Y con las primicias de todos tus frutos;
Y serán llenos tus graneros con abundancia,
Y tus lagares rebosarán de mosto.
No menosprecies, hijo mío, el castigo de Dios,
Ni te fatigues de su corrección;
Porque Dios al que ama castiga,
Como el padre al hijo a quien quiere.
(Prov.3)
5 comentarios:
Fíate de Dios de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.Gracias muchas veces no apyamos en tantas cosa meno en ÉL que el Señor nos conceda la gracia de vivir abandonada en¨ÉL y poder decir con nuestra vida sólo Dios me basta muy unidas en oración y un abrazo fuerte
Gracias Lourdes. Afortunadas nosotras que le tenemos y sobre todo le experimentamos a El, aunque así y todo, como tu dices,algunas veces nos apoyamos en cualquier cosa menos en El, que lo da Todo. Un abrazo en Cristo.
Como el Padre al hijo a quien quiere...
Una fe bien probada.
Gracias por tu compartir creo que te entiendo muchas veces Dios nos habla de manera sorprendente quizas como uno no lo espera lo importante es saberse amado por ÉL por que el sabe lo que realmente necesitamos nos conoces,sólo hay que dejarlo ser en nosotros aunque eso que nos pide por momento no lo entendamos sólo abandonate en ÉL recuerda que somos obra de sus manos y no estamos terminado mil gracias unidas en oración y un abrazo fraterno y gracias
¡Que bendición poder vivir confiado en sus manos! El padre humano puede fallar, pero el Padre Eterno nunca falla. Gracias. Un abrazo.
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