El oído que escucha las amonestaciones de la vida, entre los sabios morará.
Arbol sobre las aguas
viernes, 6 de mayo de 2011
Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será añadido. Mt.6
La idea de que hay algo que conseguir está profundamente arraigada, por eso continuamos viviendo en el proceso del llegar a ser, proyectando energía para adquirir o conservar algo.
Pero la escucha sin motivo profundiza la convicción de que no hay realmente nada que ganar o perder y los condicionamientos se desvanecen en la mente, la agitación desaparece y queda la quietud.
Eres entonces como el pescador que no controla el pez ni el agua.
Limítate a observar y acaba por sentir que todo está contenido en esa mirada, en ese silencio, que nada hay aparte de eso.
En ese momento estás en el umbral de tu ser real y ningún deseo puede venir a interferir.
Eres aprehendido por el propio Ser.
(Jean Klein)
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2 comentarios:
Magnífico.
La posibilidad de perder la conexión con ésta reflexión y su grandioso efecto, es lo único que debería inquietarnos.
Una interpretación acertada, sin duda.
Un fuerte abrazo.
Gracias que Dios te guarde y te bendiga unidas en oración y un abrazo muy fuerte
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